jueves, 7 de enero de 2016

PERSONAJE CLAVE: Pam Grier. El comienzo Jackie Brown

Fecha: 1997
Nacionalidad: Estados Unidos
Director: Quentin Tarantino
Reparto: Pam Grier
Por qué es clave: El magnífico comienzo por sí solo da a la heroína del título (y a la actriz que la interpreta) algo que el director rara vez se permite: un respeto natural.

Todas las películas que ha hecho Quentin Tarantino han demostrado por qué es el rey del pastiche de la cultura pop, pero sólo una tiene corazón. Jackie Brown es la obra maestra de Tarantino sencillamente porque en ella consiguió crear dos personajes que parecen seres humanos con una vida emocional creíble. La historia de amor entre la azafata del título y un agente de finanzas convierte el largometraje en algo más que la anunciada unión de dos estilos -el blaxploitation de la década de 1970 (películas protagonizadas tan sólo por negros), representado por Pam Grier, y el thriller televisivo rejuvenecido de la década de 1960 (Robert Foster)- y sirve de contrapunto emotivo al irónico distanciamiento que caracterizan a los personajes de Tarantino (aunque Samuel L. Jackson, como paradigma de dichos personajes en esta película, se deleita en su interpretación del excéntrico gánster que pronuncia los discursos patentados por el propio director). Éste trata a Grier con un respeto muy poco habitual en su filmografía, abriendo y cerrando la película con dos extraordinarias tomas de la actriz

La primera es especialmente inteligente, pues condensa lo que sucede a continuación: la cámara avanza junto a Jackie Brown, se desliza como si volara por la cinta transportadora de un aeropuerto, pasa junto a un mosaico (que anuncia el estilo ecléctico de la película) y entonces la protagonista empieza a moverse, cada vez más rápido, hasta que echa a correr hacia la salida. Tarantino logra aquí una gran elegancia ayudado por la maravillosa balada soul de Bobby Womack "Across 110th Street" (que además es una referencia, pues es la canción que da título a la película de Barry Shear de 1972). Pero la verdadera elegancia reside sin duda en la propia Grier, en su belleza madura y en ese aura de respeto y dignidad que transmite con una ternura admirable.

Christoph Huber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario